Con motivo de engalanar el festejo del Bicentenario de independencia mexicana, decidí escribir un blog. Sí lo sé, intenté escapar de la hype, pero fracasé, tenía que hacerlo. Aunque no intentaré mucho, escribiré poco, con la intención de que el lector reflexione al analizar una caricatura que publicaré al final.
Se cumplen doscientos años de libertad mexicana. No pienso discutir eso, porque creo que todos sabes que esta aseveración es falsa. Mi mayor cuestionamiento es:
¿Qué significa ser mexicano?
México es un país estancado, con políticos egoístas que sólo buscan el beneficio personal. Sí. YA LO SABEMOS. También sabemos que México no es reflejo de sus líderes políticos (¿o sí). Vivimos en la violencia contra/a causa del narco, pero ahí es donde difiero. El narco es un gran problema, lo sé. Pero la violencia en México no se limita a eso. Existe violencia contra la mujer y contra los homosexuales; violencia contra los indígenas; violencia entre la comunidad, es decir, existen prejuicios y conflictos entre tribus urbanas y sectores sociales. En fin, la violencia no está únicamente ligada al narco, como nos lo anuncia la propaganda. El problema es mucho más serio y delicado.
¿Cuántos de nosotros hemos violentado a alguien?
¿Cuántas veces hemos discriminado a alguien por ser diferente a nosotros?
¿Cuántas veces excluimos a las personas por su nivel socio-económico?
¿Sabes lo que es el bullying?
Acuden a mi cabeza infinidad de preguntas, que no valen la pena mencionar; aunque yo sigo con mi interrogante: ¿Qué significa ser mexicano?
Mexicano es aquél que desprecia lo que es mexicano.
Mexicano es quien compite, en vez de colaborar.
Mexicano es esa persona que sólo mira su nariz y no le importan los demás.
Mexicano es quien condena los errores de su compatriota, e ignora los aciertos.
Pero mexicano también es sinónimo de artista, de talento, de creatividad, de cultura, de tradición. Lo único malo es que, el mexicano mencionado en esta última lista es reprimido por el mexicano genérico.
¿Hasta cuándo el pueblo seguirá dormido?
Cuando termine la guerra entre la sociedad, vendrá el cambio que todos esperan. Para modificar un país, es necesario modificar los hábitos personales que perjudican al mismo. El progreso llega junto con la fraternidad.
¡Dense cuenta de los errores del pasado!
¡No repitamos la historia!
La vida de México se reduce a una eterna lucha ente liberales y conservadores; ricos y pobres; poderosos y prole; nacos y fresas; punx y emos...
¿Por qué no unirnos contra el verdadero enemigo?
La masacre del 68 surgió efecto, la gente ya no se organiza para exponer sus ideales. La persona intelectual y romántica ahora es motivo de burla y rechazo. Lograron erradicar el espíritu de revolución fraternal; condenaron la aglomeración positiva de la masa. Ahora es todos contra todos; cuando debería ser un todos a favor de todos, del bien común.
Aquí me despido, gracias por dedicar su tiempo a la lectura de este blog. Les deseo amor sin fin.
¡Viva Mex&Co!
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