lunes, 13 de septiembre de 2010

Conversaciones en el espejo II

¿Quién eres?

¿Por qué me miras así?

¡Deja de juzgarme!

Si supieras por todo lo que he tenido que pasar para conseguir lo que hoy soy, pero ¡claro! tú sólo juzgas con esos ojos lánguidos y tristes.

¡No me mires!

Tú también lo has hecho, también has prostituido tus ideales para poder sobrevivir, todo mundo lo hace.

Me río de tu mirada, no hay nada tras esos ojos, tu cabeza está vacía.

Tu intelecto no te deja ver la realidad en todo su esplendor.

Me siento solo, ¿sabes? la vida es difícil allá afuera. La gente odia a la gente. Y yo sólo me tengo a mí.

Por las noches rezo a mi Dios, quien me mantiene vivo y con un motivo de ser.

Sé que es mi reflejo lo que veo, pero ya no lo reconozco. He envejecido demasiado, no sé quién eres... no sé quién soy. 

¿Qué es lo real?

* Pido de favor, si alguien leyó estás líneas, que compartan sus experiencias. ¿Qué sientes cuando te ves al espejo? ¿Qué preguntas te harías?




1 comentario:

FI5IÓN dijo...

Lo más difícil de mirarse a un espejo es que ellos son objetivos; reflejan exactamente lo que ven.
El espejo puede simbolizar la verdad, un espejo puede ser luz y obscuridad simultáneas.
La desventaja de un espejo es cuando es utilizado sin intenciones de conocerse a uno mismo; uno puede acomodar el espejo en el ángulo adecuado y admirarse, uno puede dar la espalda a un espejo cuando lo que vemos en él nos resulta incómodo y de esta forma jamás aprender nada.
Cuando uno deja de admirarse en un espejo y cuando uno deja de sentirse incómodo ante un espejo, es el momento ideal para dejar de ser una superficie reflejante y comenzar a proyectar nuestro propio ser.
Saludos, buen blog.