domingo, 23 de mayo de 2010

Sólo toma mi mano, entrégate, prometo no lastimarte otra vez.

- Quisiera confiar en ti, pero me es imposible. Eres un desgraciado.

Lamento que pienses así. Y sí me equivoqué en el pasado, pero aprendí, aprendí a entregarme y amar. Gracias a ti soy una nueva persona.

- No te creo nada. Vete ya.

Puta.


¿Qué fue eso?

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