jueves, 13 de mayo de 2010

Caos, destrucción

Mis ojos lloran sangre, porque las heridas vienen directo del corazón y están abiertas, sangran como si tuviera incrustado un filoso cuchillo que desgarra lentamente el amor que alguna vez sentí, que aluna vez le dio sentido a mi vida, que alguna vez guió mi camino.

Y no me quiero mover, me rehuso a abrir los ojos y enfrentar la realidad, no quiero verte partir, no quiero escuchar tus pasos alejándose de mi, no lo puedo soportar.

Mi corazón late distinto, mis pulmones están cerrados, mi piel no es lo que fue.

Te amo, te amé tanto que mi pecho reventaba de alegría, respiraba amor puro, mis ojos se iluminaban cada vez que algo me recordaba tu existencia. Y ahora te vas, me dejas solo, derrumbado, lleno de miedos.

Hoy no tengo nada positivo que escribir, estoy en el suelo boca bajo...

Mis ojos lloran sangre, porque la herida viene directo del corazón.

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