sábado, 23 de julio de 2011

Diablo.

Soy yo quien mueve al mundo.
Vicios, putas, y decadencia.
Todos están bajo mi mando
nada existe ya, que no haya sido profanado.
Tu corazón, tu amor, tus letras,
tus nalgas, tu coño, tu ano.
¡oh, dulce olor de la indiferencia!
Que entre tus piernas ya no se esconde nada,
porque por ahí han pasado todos,
porque lo que ahí guardas ha sido visto por tantos.

Que lo sueños ya no son reales,
ni el veneno de tus falsos pesares.
Nada hay en este mundo que no haya sido profando,
envenenado, falsificado.

Incluso la noche ya no pinta caras,
ya no enmarca el amor, ya no es cómplice de la lujuria.
No es un grito de pesimismo, es un llamado atento.
toma un respiro, dulce anhelo.

Pues todavía existe una luz bajo los escombros.
Un rayo, ora luminoso, ora creciente.
Deja de esconderte tras máscaras,
muestra tu rostro disidente,
diferente, castigado.
Llena tus venas de esa dulce corriente.

No hay comentarios: