martes, 19 de julio de 2011

Contradicciones.

- Eres perfecta, ¿sabes?, eres la mujer más perfecta del mundo. Contigo a mi lado, no necesito nada más. Eres mi oxígeno, mi sol, mi motivación.
- Nada de eso importa.
- ¿De qué hablas?
- Son mentiras.
-¿Por qué lo dices?
- Sé que mientes, deja de hacerlo.
- Te juro por las estrellas que no miento.
- Ahí es donde me doy cuenta de que mientes.
- No entiendo.
- Cuando mientes, dices pendejadas. No quiero que me digas las más dulces palabras...
interrumpe* - No son pendejadas, es lo que siento. Si lo adorno es para expresarme lo mejor posible, siento que las palabras solas no son suficientes. Mi amor por ti es más grande que...
interrumpe*- Más grande que ¿qué?¿ más grande que tu orgullo? Ja, nada es más grande que tu orgullo.
- ¿Qué te pasa? Lo único que he intentado es hacerte sonreír, no entiendo porque te comportas así.
- Dices que soy perfecta, ¿no?
- Sí, lo eres. Al menos para mi.
- Entonces ¿por qué me mientes?
- ¡Que no miento!
- No te hagas pendejo, ¡te vi!
- Viste ¿qué?
- Cuando mientes, parpadeas muy rápido.
- ...
- Dime... ¿de quién estás enamorado?
- De nadie.
- Entonces, no me amas.

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