miércoles, 7 de julio de 2010

Ziggy

A cada chupada que le daba a mi cigarro pensaba que no existía Dios, sólo es un invento de la iglesia para controlar a la sociedad. Miraba la calle con cierto desprecio, porque, la gente era muy vulgar, predecible y superficial. Yo no soy parte de este mundo, no pertenezco a esta sociedad. Yo soy lo que Nietzsche llamaría "súper hombre".

En fin lo que más amo del día, es la noche. Nada me hace sentir más vivo que la oscuridad de la noche y el brillo de la luna. Es lo más mágico del mundo, me hace sentir atraído al mundo, como si de alguna manera la luna y yo estuviéramos conectados.



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