TAREA.

Érase una vez en una tierra no muy lejana, vivía un súper héroe un poco distinto a los demás que conocemos. Él no era espectacular, no tenía una fuerza impresionante...ni  siquiera era guapo. Su nombre: "El hombre agua". Su poder: Transformar su cuerpo en agua. 

Desde pequeño, el hombre agua sufrió de las burlas de sus demás compañeritos en la primaria para súper héroes. Mientras sus amigos practicaban hazañas espectaculares como cargar un automóvil con sólo una mano, o volar por los aires; él únicamente podía transformar su cuerpo en agua. Su proeza más destaca era salpicar en la cara a sus enemigos, y fingir lluvia. Por lo cual sufría del rechazo general. Nadie creía en él.

Sus papás eran Superman y la Mujer Maravilla, ambos reconocidos mundialmente como los superhéroes más valientes y exitosos de la historia. Tenía dos hermanos mayores, que gozaban de súper poderes fantásticos...

El mundo ha perdido su color, ¡malditos hombres!, han robado la alegría del mundo.

Nubes de humo que antagonizan con la luz del día. ¡Todo falso!, ¡todo humano!

La eterna guerra del hombre; hombre vs. naturaleza; hombre vs. vida; hombre vs. hombre.

¿Cuándo terminará?

La felicidad, la plenitud, la fraternidad. Ya ha sido eliminada del mundo.

El capitalismo es la máxima obra de la humanidad; obra que ha dejado sin alimento a muchos hermanos; obra que decae cada día, pero nadie hace nada.

 ¡Maldigo los días grises de mi generación!

Todos hemos sido domesticados por el gran hombre, el dinero.

¡Todos somos prostitutas!

¡Todas somos prostitutas!

Vendemos nuestra apariencia al mejor postor; perdemos la esencia para pertenecer. 

¡Yo no quiero pertenecer a la sociedad destructora!

Sólo soy un espectador de este mundo, jamás participaré de tus batallas.

Yo no soy una mosca más, que vuela entre mierda.

El hombre ha robado los colores de la vida; pero aún guardo pintura en mi corazón.

Dualismo

A veces quisiera perderme en la multitud, formar parte de ellos. Brincar de alegría en un antro; embriagar mi cuerpo y olvidarme del mundo. Pero ya no puedo, no más.

Quisiera disfrutar de la emoción de lo material, creer que valgo por lo que tengo y así acumular más y más. Sería sencillo; pero no puedo. No me interesa.

¿En dónde me espera la felicidad?

Tal vez está aquí, lo sé. La tristeza forma parte de la felicidad y es una de las vías a la plenitud. Amo mi inestabilidad emocional, es lo que me impulsa a seguir, a querer luchar por mi, por mi madre.

No pretendo nada.

Apatía. Angustia. Desesperanza.

Felicidad. Superación. Gloria.

Binomios contrarios.

Mi vida es una perpetua dualidad.

Pesares

Entre palabras me pierdo, y luego ya no sé quién soy,
entre versos te miento y atrapo tu corazón.

Bajo el cielo nos alumbran las estrellas,

entre bosques escondemos la razón,

la creatividad fluye dentro de mi pantalón.

Mi animalidad fluye por mi sangre,

el ego se pierde en mi razón.

Mis ideas dibujan paisajes y

sólo nos queda el verdadero yo.

Ese yo que he inventado en mi mente,

ese yo que al hablarte se esfuma.

Juntos nos mentimos al oído

y platicamos de alguien que no conocemos.

Yo, fue inventado por alguien

¿quién es mi creador?

Entre versos te escribo,

aunque no sé lo que digo.

Con palabras transmito

conocimiento escondido.

Amor puro.

Nada es perenne.

Me gustaría poder hablar de temas de actualidad, como moda, dinero, política, carros, maquillaje, pedas, alcohol, sexo. Pero no puedo, sería inútil hablar de temas que ya han sido tocados por labios tan venenosos y vacíos como los puede ser el prototipo del 'chavito bien'. Así que aquí va otro más de mis discursos sin punto, sin pretensiones. Son simplemente ideas que llegan a mi cabeza.

Imaginemos un mundo donde la gente no se guiara únicamente por lo que sus ojos perciben; un mundo donde los medios no estupidizaran a la gente, donde lo más normal fuera tener una identidad propia y el completo desinterés por la opinión ajena acerca de tu persona. Sería lindo, ¿no?.

Lamentablemente eso es sólo una utopía.

La realidad es diferente, vivimos en un mundo superficial y vacío, donde precisamente lo que más interesa es la imagen, es decir, lo que podemos percibir por la vista. Y es en ese mundo donde me tocó vivir. ( me refiero sólo a mi mismo porque este es mi blog... y porque quiero) A veces la soledad acecha a la vuelta de la esquina para secuestrar mi ser y apartarme a su mundo frío, dónde no es muy grato vivir, pero al menos es rico en cultura, conocimiento y espíritu. La soledad es una bendición muy grata, no me siento mal estando solo, es ahí donde me encuentro no le tengo miedo, de hecho,podría decir que la soledad es mi mejor aliada.

Pero... soy un humano y necesito calor y compañía.... es ahí cuando la vida se torna difícil. ¿Dónde se supone que encaje si las mentes corrompidas sólo piensan en sus narices?, ¿Dónde está mi 'familia' si la cultura, el conocimiento y la individualidad están condenados? La respuesta es fácil: pertenezco a la sociedad de los que no pertenecen. Seguro me rodeo de gente, que aunque aprecio, no necesariamente compartimos ideas semejantes. A veces me aturde la facilidad con que la individualidad se corrompe y las personas (incluyéndome) pierden su espíritu de lucha y se dejan guiar por las frías manos de la sociedad neo-liberalista, donde todos son oprimidos, menos los ricos. La lucha de siempre; el bien vs. el mal; el proletariado vs. las clases superiores. ¡Oh que sabio fue Marx! y ¡Qué poco ha evolucionado el mundo!.

La verdad es que la sociedad es más primitiva día a día, sí, la tecnología avanza...¿avanza? ¿Podemos llamarle progreso al desarrollo de máquinas que eliminan el potencial creativo humano y lo vuelven en mediocridad en búsqueda de entretenimiento nocivo? No lo creo.

¿Cuándo vendrá el gran cambio? ¿Cuándo se dará la gran revolución social-político-artística?

Espero que muy pronto.

.ESTE BLOG CONTINUARÁ...

Todo mi mundo pende de un hilo,

cuyo extremo izquierdo es

el mundo material, es decir, lo que veo.

Y el otro es el plano mental, o

lo que no percibo con mis sentidos.

No quiero pertenecer en sociedad. No quiero ser encasillado. No quiero ser parte de un rebaño.

Pero existo.

Palabras efímeras de una mente oscura.

Con estas palabras creo, me vuelvo Dios y todo lo que digo se hace realidad. Pero esta libertad se torna peligrosa, pues tal vez puedo caer en el vicio de la megalomanía y encerrarme en un mundo creado a base de letras. Prefiero no correr ese riesgo. Prefiero vivir y ser.

Palabras efímeras, sin meta, sin plan, sin pretensiones. No busco nada, sólo quiero ser. Ser quien soy.

No formo parte de tu sociedad exclusiva, donde vales por lo que aparentas. Yo no valgo por nada de lo que puedas ver, no me mido a base de carros, ropa, etiquetas, 'conocimiento', ni logros. No me siento mejor ni peor que otros. Admiro a la gente por su desarrollo espiritual y fuerte personalidad; jamás admiraré a alguien que intente impresionar a los demás. Las pretensiones son vacías, como sus corazones.

Creo en un Dios creador del universo; creo en un Diablo destructor del universo. Los dos son uno, los dos habitan en mi interior.

¿Quién soy?

Quien yo quiera ser.

Me gustaría vivir en un mundo donde el ser humano no odiara al ser humano.

Hoy amo la vida.

Hoy todo es perfecto.

Hoy soy lo que siempre he querido ser.

Hoy soy. Hoy existo.

Hoy es todo lo que tengo.

Hoy no existo. Hoy no soy.

Hoy no soy. Hoy no tengo ego. Hoy no soy un ciudadano.

Hoy sólo existo.

Hoy no escribo para nadie.

Hoy nadie me lee.

Hoy no me interesa nada.

Hoy....

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Conozcan a Pedro, un joven adorable de tan sólo 24 años, es galante con las chicas, bueno en los deportes y excelente en su trabajo. Es hijo único, pero vive en su propio departamento. Asiste a misa cada domingo, siempre asiste a los mejores eventos y escucha música amigable con la radio. Tiene dos perros a los que cuida muy bien y es activista en green peace. Parece el hombre perfecto, sin embargo esconde un delicado secreto: gusta de ahorcar mujeres de mediana edad.

Ahora conozcan a Demian, un joven detestable, mugroso y ruidoso, es sensible con las chicas (aunque la mayoría de ellas lo rechazan) y es un artista verdadero. Hijo de padres divorciados, vive todavía en el sótano. Jamás asiste a misa, aunque medita muy seguido y practica libremente su espiritualidad. Jamás va a los lugares de moda de la ciudad, ni se viste según las tendencias. Tiene un perro que está igual de sucio que él, no es activista de ninguna organización, porque, el ayuda por su cuenta: recicla, ahorra luz y agua...etc. Es un hombre de buen corazón pero no encaja en los estándares superficiales de la sociedad televisada. También esconde un delicado secreto: habla con ángeles.

Estos dos personajes tan diferentes un día cruzan caminos al encontrarse con Angélica, una hermosa joven de tan sólo 21 años. Ella es la mujer perfecta (según los estándares televisados) lo único que le interesa es la moda, las pedas y el dinero, no más. Juzga frecuentemente a la gente por su apariencia y nunca en su vida ha leído libros por gusto propio. Pero al igual que nuestros dos amigos guarda un igualmente delicado secreto: odia su vida. Odia vivir bajo los estándares impuestos, odia vivir la vida que los demás quieren. Pero le es imposible ser, debido a la fuerte represión impuesta por su familia entera.

Esto es sólo la introducción a una serie de historias que escribiré usando arquetipos de la sociedad para burlarme un poco de las etiquetas y tratar de transmitir mi impresión sobre la vida en sus diferentes aspectos.

Bienvenidos.