martes, 8 de junio de 2010

Quisiera sepultar mi corazón entre tus piernas.

El frío cielo de la ciudad me aleja de tus recuerdos, ya no te pienso más y soy libre. Las estrellas brillan a lo alto del universo pidiéndome ser uno más entre sus constelaciones, yo me niego, jamás quise ser una estrella, no, no yo. Yo soy más bien un relámpago, algo que ilumina la oscuridad de manera súbita, rápida. Y jamás alumbro de nuevo donde ya alumbré. Eres libre, vete, ya no existes en mis pensamientos, aléjate. Nunca más regreses.

El humo del cigarrillo forma las siluetas más perfectas para esta despedida. Ya no te reconozco.