jueves, 29 de abril de 2010

Cada día, un nuevo mundo.

He pensado que si en verdad algún día me vuelvo un escritor serio y reconocido, la mayor parte de mi obra estaría inclinada a la autoayuda. Y es que, no lo puedo evitar, por más que imagine cosas y cree fantasías en mi cabeza, el mensaje siempre es el mismo: AMOR. Firmemente creo que mi objetivo en la vida es dar amor y crear consciencia en los demás. Buen objetivo, ¿no?.

Esta nueva entrada no tiene punto, tema, ni motivación. Escribo porque puedo, porque quiero y porque así me libero del tedio del mundo cotidiano, donde todos compiten por ser el/la mejor. Es muy aburrido. Yo no quiero eso, no busco ser el mejor en nada, sino, ser. ¿Qué se le puede comparar al ser? Nada, absolutamente nada. Me gusta ser, sin represión, sin justificación, simplemente ser. Me aburre, en verdad cuando la gente "normal" habla de temas "normales", veo como sus labios se mueven al articular palabras, pero mis oídos no captan el sonido, no coinciden con sus vibraciones.

Para ser grande, para trascender hay que romper reglas, viejos estigmas y reírse de los tabúes sociales. Eso es libertad, eso es ser, eso es digno de admirar.

- Tengo sueño, he tenido mucho sueño últimamente y no me puedo concentrar para escribir. -

- Diablo!

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