domingo, 9 de octubre de 2011

Medianoche.


El origen del mundo
y el secreto de la muerte
se esconden tras tus ojos, mujer.
En ellos he visto mi destino,
súbitamente alterado por tu llegada.

Dicen que el cielo es azul,
yo lo veo ámbar.
Pues cuando miro al infinito,
mis párpados se cierran
y veo tus ojos.
Donde todo tiene sentido.
Tu imagen, tan amada,
todo tu ser es un monumento a la vida.

Yo sé donde está
el origen del universo,
la célula primera
Se esconde en tus besos, mujer.
En ellos he visto mi destino,
súbitamente alterado por tu llegada.

Noche y día me pregunto
qué será de ti,
me es imposible dormir tranquilo...
Te pertenecen mis sueños, amor.
Mis lágrimas y mis rezos.

En las mañanas oscuras, despierto
lleno de amargura,
Pero, el recuerdo de tu sonrisa,
me roba la nostalgia, y sólo te veo a mi lado.
Ahí veo mi destino,
súbitamente alterado por tu llegada.

No hay comentarios: